El mercado residencial en México se mantiene robusto, sobre todo en las zonas urbanas donde la población crece a un ritmo promedio de 1.3% anual (2000-2020).
En este contexto, la vivienda vertical y horizontal tienen un comportamiento diferenciado. El 55% de las nuevas construcciones residenciales en 2023 según CANADEVI, fueron viviendas verticales, lo que refleja una clara tendencia a la densificación urbana. Por estar muy cerca de centros de empleo y servicios urbanos básicos, estas viviendas son altamente valoradas. Por otro lado, el 45% correspondió a vivienda horizontal debido a que fue muy demandada en zonas periféricas donde las familias buscan más espacio y tranquilidad.
La demanda de Vivienda Vertical se encuentra principalmente en ciudades como Ciudad de México, Monterrey y Guadalajara. Esto es impulsado por la escasez de suelo y la necesidad de hacer un uso óptimo del espacio disponible. Estas unidades ofrecen acceso a servicios y opciones de movilidad que resultan atractivas para jóvenes, estudiantes, profesionistas y familias pequeñas. Además, este segmento ha sido especialmente atractivo entre aquellos inversionistas que buscan oportunidades sólidas con una demanda latente. La vivienda vertical es vista por los inversionistas como un medio para obtener rendimientos constantes con una alta demanda de alquileres en zonas céntricas, junto con un factor de plusvalía a mediano plazo. Este perfil de inversión generalmente es preferido por quienes buscan diversificar su portafolio, desde inversionistas independientes hasta fondos institucionales. El interés por la rentabilidad en el mercado de vivienda vertical en México se da por la demanda sostenida, buscada por muchos que quieren seguir una tendencia hacia la densificación y verticalización de la ciudades.
Por el contrario, la Vivienda Horizontal generalmente ubicados en la periferia de las zonas urbanas, donde los inversionistas valoran principalmente la amplitud de los espacios y su privacidad a un precio diferenciado. Estos desarrollos atraen a lo que se conoce como la “clase media joven” familias que buscan tranquilidad, espacio al aire libre y entornos residenciales. Pero uno de los principales problemas es cómo conectar estos proyectos con una vida urbana, ya que, sin esto ¡no es posible formar una infraestructura social!
Para asegurar el éxito de estas comunidades, es necesario, en primer lugar, planificar el desarrollo de centros urbanos equipados con infraestructura que proporcione: hospitales, escuelas, áreas comerciales y áreas de recreación. Prácticamente una dinámica urbana que ofrezca calidad de vida. El enfoque holístico no sólo mejora la viabilidad de los territorios circundantes, sino que también los hace más atractivos para aquellos inversores interesados en oportunidades relacionadas con el desarrollo de comunidades sostenibles e inteligentes.
La demanda de vivienda vertical y horizontal en México, tiene una segmentación muy específica en donde cada una refleja las diversas necesidades y preferencias de cada nicho de mercado. La Vivienda Vertical prevalece en grandes urbes con altas densidades de personas, quienes que tienen como prioridad la proximidad a una dinámica urbana centralizada. En contraste la Vivienda Horizontal sigue siendo tendencia en la periferia de las zonas metropolitanas, producto para las personas que premian el espacio, amplitud y tranquilidad con una relación de costo x m2 diferenciada. Sin embargo, el éxito de cualquiera de estos desarrollos (Vertical / Horizontal) está directamente relacionado a un análisis exhaustivo de las ubicaciones, entorno y equipamiento que aseguré una dinámica social, económica y de proximidad con el objetivo de crear Comunidades Urbanas Sostenibles.
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